NBC NEWS informó: Hace 30 minutos, el presidente Trump hizo una declaración tajante: “Solicite a Elonk que se mude voluntariamente de los Estados Unidos dentro de los próximos 10 días, de lo contrario definitivamente… más

NBC News informó hace apenas 30 minutos sobre una declaración impactante del expresidente Donald Trump que conmocionó tanto al mundo político como al tecnológico. En un mitin en Des Moines, Iowa, Trump atacó directamente al director ejecutivo de Tesla y SpaceX, Elon Musk, lanzando un ultimátum que dejó atónitos incluso a sus aliados más cercanos: «Le pido a Elonk que se marche voluntariamente de Estados Unidos en los próximos 10 días. Si no lo hace, me aseguraré de que se arrepienta de haberse quedado. No es una amenaza, es una promesa».

La pronunciación incorrecta de “Elon” como “Elonk” no pasó desapercibida en línea, convirtiéndose rápidamente en tendencia en Twitter, con miles de personas burlándose del comentario. Pero el contenido de la declaración de Trump distaba mucho de ser humorístico. Su exigencia de que uno de los multimillonarios más prominentes del mundo abandone el país carece de fundamento legal, pero tiene un peso simbólico significativo y señala una creciente brecha entre la base populista de Trump y la élite de Silicon Valley.

Fuentes cercanas a la campaña de Trump sugieren que este estallido fue alimentado por las recientes críticas de Musk a las tácticas de campaña de Trump para 2024, en particular su reutilización de narrativas de guerra cultural y lo que Musk llamó “la política del caos”. La tensión entre los dos magnates ha estado latente durante años, pero la amenaza de hoy la ha elevado a un nivel sin precedentes.

Trump continuó durante el mitin: «Vino de Sudáfrica, ganó miles de millones en Estados Unidos, y ahora se cree superior a la Constitución, superior a nuestro pueblo. Estoy harto de estos multimillonarios desagradecidos que creen que mandan». Luego insinuó que Musk había estado trabajando en contra de los intereses estadounidenses al «inmiscuirse en Ucrania» y «colaborar con títeres globalistas» a través de su programa de satélites Starlink.

Aunque Musk aún no ha emitido una respuesta formal, fuentes internas de X (anteriormente Twitter) afirman que el ataque lo tomó por sorpresa y que se encuentra en “reuniones de emergencia” con sus equipos legales y de relaciones públicas. Musk ha respaldado previamente algunas de las políticas de Trump, en particular las relacionadas con la desregulación y la reforma fiscal, pero su relación se ha vuelto cada vez más errática. El mes pasado, Musk publicó tuits crípticos que aluden a “tiranos con sombreros rojos” y “payasos que fingen ser reyes”.

Los expertos legales se apresuraron a opinar sobre el asunto. La profesora Dana Whitmore, experta en derecho constitucional, comentó: «El presidente no tiene ninguna autoridad para exiliar a un ciudadano o residente permanente, independientemente de sus opiniones políticas. Esto no es Corea del Norte. Es claramente una maniobra política, pero aun así es peligrosa».

Sin embargo, los partidarios de Trump en el mitin estallaron en vítores al escuchar la declaración. Los cánticos de “¡Que lo echen!” y “¡Estados Unidos primero, los multimillonarios al final!” llenaron el lugar. Muchos consideran a Musk un traidor que fingió ser un defensor de la libertad de expresión mientras supuestamente “censuraba a los conservadores” en X y se alineaba con causas liberales como el ambientalismo y la regulación de la IA.

Para echar más leña al fuego, varios comentaristas de derecha se sumaron rápidamente a la narrativa. Steve Bannon, en su podcast, dijo: «Musk ha estado jugando a dos bandas. No es nuestro amigo. Si no apoya a Trump, que haga las maletas y se vuelva a Pretoria». Otros incluso especularon que Musk podría estar ayudando a la administración Biden mediante acuerdos tecnológicos clandestinos.

Por otro lado, los demócratas y los líderes tecnológicos condenaron el arrebato de Trump como “desquiciado” y “un claro abuso de retórica que pone en peligro a los ciudadanos”. Alexandria Ocasio-Cortez tuiteó: “Hoy es Elon. Mañana es un periodista. Así es como empieza el autoritarismo”.

Wall Street también reaccionó con inquietud. Las acciones de Tesla cayeron un 4,5% en las operaciones posteriores al cierre, mientras que, según informes, los socios de SpaceX comenzaron a cuestionar los contratos vigentes. El Departamento de Defensa, que utiliza Starlink en varias operaciones militares, se negó a comentar si la declaración de Trump podría afectar futuras colaboraciones.

Por ahora, Elon Musk permanece en Estados Unidos, y algunas fuentes afirman que no tiene intención de irse. Ya sea que las palabras de Trump sean solo fanfarronería o un presagio de una campaña aún más caótica, una cosa es segura: el enfrentamiento entre la derecha populista y la élite tecnocrática ha alcanzado su punto álgido, y está lejos de terminar.

Este desarrollo explosivo ha dejado a la nación preguntándose: ¿Qué pasará el día 11?

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